La obesidad experimenta un aumento explosivo. Entre 1975 y 2016 prácticamente se triplicó en los adultos de todo el mundo (con un crecimiento del 5 % al 13 %, según datos de la Organización Mundial de la Salud). Lo positivo, a pesar de las cifras alarmantes, es que esta enfermedad se puede prevenir y evitar.
Comer es una necesidad fisiológica; sin embargo, el consumo excesivo de grasas, azúcares y carbohidratos, unido a la poca actividad física diaria, provoca la acumulación anormal o excesiva de grasa en el cuerpo, que se convierte en obesidad.
Su origen está relacionado con varios factores: genético, que implica una predisposición a desarrollarla; psicológico, ya que comer compensa necesidades afectivas; farmacológico, algunos medicamentos administrados de forma periódica conllevan a un aumento de peso; ambiental, por hábitos alimenticios y estilos de vida; y hormonal.
Al ser un problema de salud potencialmente grave, lleva asociado el riesgo de padecer otras enfermedades crónicas y degenerativas, tales como: diabetes tipo 2, hipertensión arterial, cardiopatías y accidentes cerebrovasculares, algunos tipos de cáncer, osteoartritis, colesterol y triglicéridos elevados, dificultades respiratorias, apnea del sueño, baja autoestima, depresión y otros problemas psicológicos.
La “epidemia del siglo XXI”, como ha sido calificada por la OMS, se puede prevenir, evitar y tratar. EsSalud propone acciones sencillas, encaminadas a lograr este objetivo:
- Aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra, principalmente frutas y verduras, así de como legumbres, cereales integrales y frutos secos.
- Limitar el consumo de alimentos ricos en azúcares y grasas, y ultraprocesados: helados, chocolates, pasteles, embutidos, refrescos procesados, comidas rápidas…
- Realizar actividad física: de 30 a 45 minutos diarios, o 150 minutos a la semana: caminar, trotar, subir y bajar escaleras…
- Dejar de fumar y limitar el consumo de bebidas alcohólicas.
- Beber entre 6 y 8 vasos de agua pura al día.
Además de estos consejos, conviene tener en cuenta:
- Evitar frituras y rebozados; priorizar la plancha, el vapor, o el horno.
- Leer las etiquetas nutricionales de los productos (de dónde proceden sus calorías, qué tipo de grasa contienen).
- Establecer horarios fijos de comidas.
- Evitar el consumo de alimentos frente a la televisión o computadora.
Es posible mejorar la salud de las personas con sobrepeso y prevenir la obesidad. La clave está en desarrollar hábitos de vida saludable.
Fuentes:
Facebook EsSalud
https://www.facebook.com/EsSaludPeruOficial/posts/3541641002555445
OMS
https://iris.paho.org/bitstream/handle/10665.2/51685/9789251319581FAO_spa.pdf?sequence=6&isAllowed=y