Si un niño tose mucho, o se queja de dolor en el pecho, tal vez sea la advertencia de un ataque de asma. Aprender acerca del tratamiento a seguir y cómo actuar si sufre una crisis, es de suma importancia para que un menor lleve una vida normal.
El asma es una de las enfermedades crónicas más frecuentes en niños y adolescentes. Provoca inflamación y estrechamiento de las vías que conducen el aire a sus pulmones, debido a su sensibilidad a ciertos desencadenantes: alergias, resfríos, ejercicio. Más de la mitad de adultos asmáticos empiezan a sufrir esta enfermedad entre los cinco y seis años.
De acuerdo a la edad del menor, el diagnóstico y los síntomas varían: en el niño lactante y preescolar, las sibilancias recurrentes y/o tos persistente pueden ser signos de asma, luego que se descarten otras enfermedades. En tanto que el niño mayor o el adolescente que padece de asma, presenta episodios de sibilancias, disnea (dificultad para respirar), tos y opresión en el pecho.
A menudo, esta enfermedad inflamatoria crónica no se diagnostica correctamente ni recibe el tratamiento adecuado. EsSalud aconseja conocer y memorizar los síntomas de alarma: tos, falta de aliento, coloración morada o grisácea en la boca y uñas, dolor en el pecho o espalda, para evitar que una crisis llegue a niveles peligrosos.
No tiene cura, pero un diagnóstico verdadero, el tratamiento apropiado, más los cuidados adecuados permiten que el niño tenga una buena calidad de vida. EsSalud recomienda a los padres los siguientes hábitos a manera de prevención:
- Tomar la medicación recetada y contar con fármacos de repuesto. Además, saber con qué otro medicamento puede sustituir el que utiliza su hijo, en caso que escasee.
- No abandonar el tratamiento del niño, para no aumentar su vulnerabilidad.
- Ir a un hospital o clínica es un riesgo debido a la pandemia, lo mejor es recurrir a las consultas por teléfono o teleconsultas.
- Evitar la ropa y abrigos de lana, reemplazarlos por prendas de materiales sintéticos.
- Asegurarse de que su hijo reciba la vacuna contra la gripe todos los años.
- Tener cuidado con los productos de limpieza, como las ceras o limpiadores. Muchos niños son alérgicos a ellos, por lo que debe usarlos cuando su hijo se encuentre en otro ambiente y luego ventilar la habitación.
- Evitar que el menor se estrese, a pesar de la situación de pandemia y del distanciamiento social. Para ello, establecer una rutina que lo mantenga ocupado y no compartirle noticias alarmantes acerca del covid-19.
- Los fumadores, hacerlo fuera de casa para evitar que el humo del tabaco desencadene una crisis asmática en el menor.
- Mantenerse alerta para evitar una crisis, y preparado en caso sea inevitable afrontarla.
- Tener a la mano los números de teléfonos de emergencia, del médico tratante, e incluso de ambulancias por si se necesita un traslado de emergencia.
Se desconoce con exactitud el impacto del covid-19 en las personas asmáticas, sean niños o adultos. Pero pueden enfrentar un riesgo mayor. Necesitan un cuidado especial para evitar una crisis que los lleve a un hospital, donde es probable que interactúen con pacientes infectados con el virus. Y no abandonar las medidas de precaución para evitar el contagio: lavado de manos, uso de mascarilla, distanciamiento social…
Cuando los padres saben qué hacer y llevan un control cuidadoso de la enfermedad de su hijo, lo ayudan a mantenerse sano y a respirar bien.
Fuentes:
OMS
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/asthma
KidsHealthy
https://www.healthychildren.org/Spanish/health-issues/conditions/COVID-19/Paginas/Caring-for-Children-with-Asthma-During-COVID-19.aspx